El comienzo del siglo XXI en México parecía prometedor y esperanzador, se vivía un cambio significativo en la vida del país, pues por primera vez, un partido distinto al Partido Revolucionario Institucional – PRI, surgido en 1946, cuyos precedentes fueron el Partido Nacional Revolucionario en 1928, y el Partido de la Revolución Mexicana en 1938- alcanzaba la victoria en un proceso electoral presidencial tras una larga transformación del sistema político, cuyo inicio se suele fechar con la reforma electoral de 1977.